Son una alteración del color de la piel ubicada debajo de los ojos debido a una producción excesiva de melanina y a la dilatación de los capilares próximos a la superficie de la piel.

Existen diferentes tipos de ojeras: hundidas, oscuras o flácidas. Cada una de ellas se trata de manera específica.

Así, los tratamientos pueden ser con rellenos, con peeling, con láser, con tecnología plasma o con infiltración de productos revitalizantes. En el caso de las bolsas de grasa, estas se tratan con infiltración de prostrolane.

Son uno de los primeros síntomas del envejecimiento. Se trata de “rayas” o “surcos” en la piel que surgen debido al paso del tiempo. La piel pierde elasticidad, se vuelva más fina, más seca y menos tersa.

Además, hay diferentes factores externos que también influyen en acelerar el envejecimiento de la piel y las arrugas como la falta de hidratación, el sol y el estrés, entre otros.

Asimismo, existen diferentes tipos de arruga y, por tanto, diferentes tratamientos para eliminarlas o suavizarlas.

Las del tercio superior de la cara son arrugas de expresión y mejoran con toxina botulínica, que relaja la expresión de enfado del entrecejo. Las del tercio medio e inferior se tratan con rellenos. Cada zona se trata específicamente con los rellenos adecuados para esta. No es lo mismo una zona del contorno de los labios con pequeñitas arrugas verticales que unos surcos nasogenianos o del mentón (pliegues de marioneta), que son más grandes y profundos.

Para aumentar el volumen de los labios utilizamos rellenos especiales, altamente hidratantes y con anestesia previa para evitar el dolor.

Debido a la exposición al sol, temas hormonales u otros factores, pueden salir manchas de diferentes tipos en el rostro. En función del tipo de mancha, podemos eliminarla o disimularla con diferentes tratamientos.

El tratamiento será distinto según su origen. Las manchas solares responden muy bien a la luz pulsada (IPL) y las hormonales mejor a los peelings y despigmentantes.

Las cicatrices son señales que se producen debido al desgarro de la piel por diferentes motivos (acné, cirugía, accidente) y debido al proceso de curación, suele quedar una textura diferente de piel cuando esta se regenera.

Existen diferentes tipos de cicatrices y por ello, para atenuarlas hay diferentes tratamientos en función del tipo de cicatriz.

Para mejorar la textura de la piel usamos la luz pulsada o el Plasma Rico en Plaquetas (PRP). Si las cicatrices son elásticas o profundas, los rellenos, porque así las nivelamos. Y el láser ablativo pixelado o sin pixelar, para renovar la superficie.

Finalmente, la tecnología plasma para renovar y tensar la piel de las cicatrices.

Se trata de un “parche” que aparece en la piel que puede estar desarrollado por muchos años de exposición al sol. Se pueden eliminar totalmente con láser ablativo o tecnología plasma.

Se trata de conseguir un aspecto más joven del rostro en todos los sentidos: más luminosidad, menos arrugas, uniformidad de color, etc.

Usamos IPL, PRP (Plasma Rico en Plaquetas), vitaminas, inductores de colágeno, láser pixelado, rellenos, hilos tensores, radiofrecuencia, tecnología plasma, micropunción, LED, aparatología, etc. Dicho tratamiento será designado según la necesidad de cada paciente.

A medida que envejecemos, se produce la flacidez facial. La piel se vuelve menos tersa por culpa de la falta de colágeno y elastina, con menos elasticidad y volumen y provoca, por ejemplo, descolgamiento en papada, bolsas en los ojos, párpados caídos, etc.

La flacidez facial y de cuello se mejora con puntos de apoyo mediante rellenos o tracción con hilos tensores.

La piel de ojos y cuello mejora con el PRP (Plasma Rico en Plaquetas) y se recoge con la tecnología plasma.

En el caso del doble mentón, lo tratamos con infiltraciones de prostrolane.

El músculo platisma se relaja con toxina botulínica. Y para tonificar el músculo, lo realizamos mediante radiofrecuencia o infrarrojos profundos.

Mayormente en pieles grasas, el poro tiende a quedar abierto y a parte de no verse una piel suave y luminosa, puede derivar en puntos negros o acné.

Se consigue mejorarlo con IPL, PRP (Plasma Rico en Plaquetas) y micropunción.

Afectación en la piel de la cara que provoca rojeces, irritaciones y pequeños capilares dilatados en forma de “arañas”. Se producen por diferentes causas y hay de diferentes tipos, así que sus tratamientos también son diferentes.

Para reducir las rojeces y los capilares, se trata con IPL Facial y láser vascular neodimio-yag.

Es una de las enfermedades de la piel más comunes y que afecta a todas las edades, aunque es más común en la adolescencia. Igualmente, existe también el acné adulto.

Hay diferentes tipos de granos que no provocan grandes problemas de salud, pero si pueden dejar cicatrices en la piel que afecten a nivel estético.

Ayudamos a la piel con acné a aumentar colágeno para mejorar el terreno con IPL y para limpiar el poro, lo hacemos con peelings y luz LED.

A veces no nos gusta la forma de alguna parte de nuestro rostro o debido a un accidente, nos gustaría hacer algún retoque.

Así, la rinomodelación o la mentoplastia se tratan con diferentes tipos de rellenos que el organismo absorbe, para corregir imperfecciones o realizar pequeñas modificaciones de la nariz o del mentón, sin necesitad de cirugía plástica.

Suele originarse por temas hormonales y como consecuencia, sale bello en zonas no habituales en la mujer.

El tratamiento es con IPL y con láser, concretamente el de última tecnología: Soprano XL.